martes, 15 de abril de 2014

"Mrs Hemingway" explora el dolor y pasión de las cuatro mujeres del autor

LONDRES (Reuters) - Para un escritor que exploró el mundo de los hombres sin las mujeres, a Ernest Hemingway ciertamente le gustaba estar rodeado de ellas.

El autor, ganador de un premio Nobel, tuvo cuatro esposas en total con apenas un día entre una y otra, al igual que amistades con Ava Gardner, Ingrid Bergman y Marlene Dietrich.

Ahora un relato de ficción sobre los matrimonios, inspirado por sus cartas, examina lo que podría haber sido ser una de sus esposas.

"Creemos que era un mujeriego, no pensamos en el como un marido. Es un papel que está subordinado al gran cazador, el pescador en alta mar, el corresponsal de guerra", dijo Naomi Wood, cuya novela "Mrs Hemingway" acaba de ser publicada.

"Quería investigar lo que pasaba allí, por qué necesitaba a todas esas mujeres en su vida. Su vida está atascada de mujeres aunque sea un hombre de hombres", dijo la escritora británica de 30 años a Reuters en una entrevista.

Las cuatro compartieron buenos y malos momentos con él en París, Cayo Hueso, Cuba y España sufriendo sus flirteos, sus humores y su manera de beber, y lealmente le apoyaron hasta que se encaprichaba de alguien nuevo.

La novela está dividida en cuatro partes que tratan de cada una de ellas. Está la amable y casera Hadley Richardson que compartió sus empobrecidos días en París, después Pauline "Fife" Pfeiffer, la rica y vivaz chica de sociedad que desplazó a Hadley cuando la fama de él estaba despegando.

Martha Gellhorn, enérgica corresponsal de guerra, fue la siguiente, remplazada por Mary Welsh, que vivió con él en Cuba durante sus últimos 16 años y quien encontró su cadáver en su casa de Ketchum, Idaho, después de que se suicidara de un disparo en 1961.

"Esto es sobre cuatro mujeres al igual que sobre la llama brillando en medio de todo ello. Pero no soy una biógrafa y quería tener espacio para la imaginación", dijo Wood.

Su novela se suma a una serie de trabajos de los últimos años que testifican su larga fascinación que el genio literario sigue desperando más de 50 años después de su muerte.

De todas sus mujeres, Wood dijo que sentía más simpatía hacia Pauline, que a menudo había recibido poca atención de los investigadores.

"La Historia la trata como 'el demonio vestido de Dior', la joven que llega para robar a Hemingway de su mujer granjera. Pero ella se llevó la peor parte. Ella fue abandonada de forma sumaria por Hemingway".

"Ella le dio el dinero que pagó sus safaris, la casa de Cabo Hueso, la caza de patos en Wyoming, las corridas de toros en España. Ella nunca lo superó, nunca se volvió a casar y murió prematuramente sin contar nunca su historia".

Aún así, la escritora dice que no ha descubierto aún el misterio de la dependencia a las mujeres de Hemingway.

"Él dijo que después de terminar de escribir, sentía pena, soledad y vacío. Ellas le ayudaban a sentir consuelo ante los peligros de la escritura".

Publicado
http://lta.reuters.com/article/entertainmentNews/idLTASIEA3C00Z20140413?sp=true