miércoles, 25 de marzo de 2015

Abre en Acapulco exposición inédita sobre Rodin, el Impresionismo y las Vanguardias

- La muestra, compuesta por 50 obras de una de las colecciones más importantes fuera de Francia, se presenta en el Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, del INAH

- 1900. Rodin, Impresionismo y Vanguardias incluye las esculturas El pensador y El beso, obras emblemáticas del artista francés

La época de efervescencia creativa en la Francia de finales del siglo XIX y principios del XX, donde el arte optó por nuevas propuestas que rompían con el academicismo y que más tarde desembocarían en corrientes artísticas de avanzada como el fauvismo, es plasmada en una exposición inédita:1900. Rodin, Impresionismo y Vanguardias.

Fruto de la colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Museo Soumaya. Fundación Carlos Slim, la exposición, integrada por 50 obras entre óleos y esculturas, se exhibirá en el Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, a partir del 13 de marzo.

En el marco del 12 Festival Francés, que se realiza del 13 al 16 de marzo en la ciudad de Acapulco, Guerrero, la exposición lleva por primera vez a este puerto del Pacífico mexicano una de las colecciones más importantes fuera de Francia, integrada por obras de Auguste Rodin ­—de quien destacan las esculturas El pensador y El beso—, Edgar Degas, Camille Claudel y Emile Antoine Bourdelle, Pierre-Auguste Renoir, Eugène Boudin, Camille Pissarro, Berthe Morisot, Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Signac, Edouard Vuillard, Georges Braque y George Roault.

Se trata de una muestra inédita que hace un recorrido por 70 años de la historia del arte, al integrar obras que datan de 1870 a 1942, cuya exhibición es posible a la suma de esfuerzos del Gobierno del Estado de Guerrero, el Ayuntamiento de Acapulco, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el INAH, la Fundación Carlos Slim, la Embajada de Francia en México, la Alianza Francesa y el Comité France-Guerrero.

“Las dos reconocidas piezas de Rodin son los ejes de la exposición, y dan cuenta del movimiento que tuvo la escultura en ese momento, a finales del siglo XIX”, explicó Víctor Hugo Jasso, director del Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, del INAH.

Del medio centenar de obras expuestas, la más antigua es La campesina, de Camille Pissarro, y la más reciente es una escultura de Georges Braque, concebida entre 1941-42, detalló Gabriela Huerta, curadora de la exposición e investigadora del Museo Soumaya.

La exposición se divide en cinco núcleos temáticos: De Barbizon al Impresionismo, Volumen de la expresión: Rodin y sus contemporáneos, 1900. Belle Époque, Herencia del Impresionismo y Hacia la revolución vanguardista.

La muestra temporal tendrá actividades paralelas, como visitas guiadas y talleres de pintura para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, quienes podrán explorar las técnicas del Impresionismo y las Vanguardias.

Destaca la actividad A ojos cerrados, que permitirá al público descubrir y resignificar su propia relación con el mundo mediante las escucha, la imaginación y todos los sentidos. Esta dinámica se ofrecerá, además, a personas con debilidad visual o ceguera.

Asimismo, con Emoción corpórea y el taller de escultura, los participantes aprenderán un poco más sobre el oficio de escultor, y reflexionarán sobre la importancia del cuerpo humano para expresar emociones y conceptos.

La exposición 1900. Rodin, Impresionismo y Vanguardias permanecerá hasta el 14 de junio en el Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, ubicado en calle Hornitos y Morelos s/n, Centro de Acapulco, Guerrero. Horario: martes a domingo, de 9:00 a 18:00 horas. Entrada libre. 

Los módulos
El recorrido por la muestra inicia con De Barbizon al Impresionismo, que alude a la escuela pictórica de esa ciudad francesa, donde la pintura al aire libre permeaba y en la cual también participaron los impresionistas, quienes ya no estaban formados necesariamente con las reglas de la academia, “ellos hacían nuevas propuestas, por ejemplo, en el tratamiento de la luz”.

En esta primera parte se cuenta con obras de autores como Pierre-Auguste Renoir, de quien se exhiben ocho cuadros; Camille Pissarro, Armand Guillaumin, Berthe Morisot, entre otros creadores de la primera generación de impresionistas. También se exhibe el óleo Dos bueyes con yugo, de Toulouse-Lautrec, quien en su época abordó un tema de realismo social, donde se plasmaron las formas de vida y los entornos de la gente trabajadora del campo y la ciudad.

El segundo apartado: Volumen de la expresión: Rodin y sus contemporáneos, aborda el trabajo de Auguste Rodin (1840-1917), maestro de la escultura moderna, quien en su época rompió con los cánones académicos del momento; antes de él, la escultura era mucho más decorativa, no tenía la función de expresar.

Del escultor francés se presentan El pensador y El beso, dos de sus obras icónicas que se desprenden de su proyecto de La puerta del Infierno. También se mostrarán dos manos, las número 32 y 35, ejemplos, entre otros, de su contribución al arte moderno, “porque Rodin sostenía que las manos eran tan expresivas como el rostro, y las trabajaba como obras íntegras”, mencionó la curadora.

En este módulo aparece un contemporáneo de Rodin: Edgar Degas, pintor y gran dibujante, de quien se mostrará su faceta como escultor con la exhibición de Caballo galopando sobre la pata derecha y Caballo de tiro.

“Degas modeló más de 70 piezas que fueron fundidas tras su muerte; entre las que se logró rescatar están estos dos de los caballos, que reflejan, como muchas obras de los artistas de la época, la preocupación por el movimiento”, abundó.

El siguiente núcleo, 1900. Belle Époque, se refiere al periodo de esplendor de la burguesía, en el que las miradas de los artistas abordaron los temas de tecnología, urbanización y preludio de la Gran Guerra (1914-1918).

Se presentará una serie de óleos de Philippe Parrot-Lecomte titulados Panorama de la terraza de Saint-Germain-en-Laye, que se realizaron hacia 1900 sobre un jardín cerca de París, cuya fama se debe al haber sido el lugar donde concurrieron importantes personajes de Francia: Jean-Baptiste Poquelin, llamado Molière, Claude Debussy, Alejandro Dumas y Alejandro Dumas hijo, entre otros muchos.

Por su parte, el área temática Herencia del Impresionismo se ilustra con dos autores, uno francés, Gustave Loiseau, y el otro estadounidense, Julian Onderdonk, de quien se expone un cuadro titulado Altramuces o lupinos azules de Texas. Se trata de artistas que recuperaron la tradición de los pintores impresionistas en la última década del siglo XIX y principios del XX, dentro y fuera de Francia.

Completan esta sección las esculturas de Antoine Bourdelle, entre las que destaca un busto de Madeleine Charnaux, alumna del artista y pionera de la aviación gala. Obra que muestra ya un estilo personal del autor, alejándose del de su maestro Rodin, y reafirmando el propio con el que instruyó a Alberto Giacometti.

La exposición concluye con el apartado Hacia la revolución vanguardista. Este núcleo alberga obras finiseculares que ya trabajaban nuevas propuestas, más allá del Impresionismo.

La curadora de la muestra destacó que, con referencias científicas sobre la percepción y la descomposición de la luz, nació el Divisionismo y, de la experimentación con el color y la importancia del diseño, surgiría el grupo de pintores Nabis —grupo de pintores franceses cuya preocupación principal era el color, su mayor referencia era Paul Gauguin—, que rompen con el Impresionismo.

Al Divisionismo se adscribió Paul Signac, “Padre del Puntillismo”. La colección en el Fuerte de San Diego incluye cuadros en los que el pintor ensayó, mediante líneas, la gama cromática en dos paisajes marinos. También se exponen piezas de Edouard Vuillard, representante de los Nabis.




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