jueves, 15 de diciembre de 2016

Corte alemana: colección de arte de Gurlitt puede ir a Berna

Berlín, 15 de diciembre, 2016 (AP). Un tribunal alemán dictaminó el jueves que una colección de arte invaluable escondida del mundo durante décadas por el huraño Cornelius Gurlitt puede ir a un museo suizo, como lo había estipulado el coleccionista alemán en su testamento.

La corte estatal de Munich rechazó un caso presentado por su prima Uta Werner, quien alegó que Gurlitt no estaba psicológicamente calificado cuando escribió su testamento antes de morir en mayo del 2014 a los 81 años.

La decisión fue recibida "con un suspiro de alivio" por el Kunstmuseum Bern, el Museo de Bellas Artes de Berna, que prometió seguir adelante con su planificada exhibición de las obras e investigar sus orígenes. Algunas de las piezas fueron saqueadas por los nazis a sus propietarios judíos en las décadas de 1930 y 1940.

Gurlitt murió apenas unos meses después de que las autoridades alemanas anunciaron que habían incautado casi 1,300 obras de arte en su apartamento de Munich y otras 200 en una casa en Salzburgo, Austria.

Werner, su prima, refutó el testamento argumentando que Gurlitt estaba delirando al nombrar a un museo suizo como único heredero porque quería proteger el arte de los nazis, aun casi 70 años después de terminada la Segunda Guerra Mundial.

El fallo del jueves ratifica la decisión de un tribunal de menor instancia que rechazó la objeción de Werner, y que ella había apelado. Thomas Pfaff, un representante de Werner, dijo que la familia no había decidido si tomará nuevas medidas legales.

Las autoridades dieron con la colección de Gurlitt mientras investigaban un caso de impuestos en el 2012. El coleccionista alegó que heredó las obras de su padre, Hildebrand Gurlitt, un marchante que comerció con obras confiscadas por los nazis.

Expertos hasta ahora han identificado más de 90 obras en la colección de Gurlitt que probablemente fueron saqueadas por los nazis, incluyendo pinturas de Henri Toulouse-Lautrec, Max Liebermann, Henri Matisse, Edvard Munch y Rembrandt. Desde mayo de 2015, un pequeño número de obras han sido devueltas a los herederos de sus dueños legítimos.